La Fuga – Negociando gasolina (Crítica)

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negociandogasolina

NOTA: 8,5 / 10.

Corría el año 2005, y nuestros protagonistas de hoy estaban a punto de dar el espaldarazo definitivo a su carrera. Imagino que ni ellos mismos imaginaban que Negociando gasolina, su quinto álbum de estudio hasta esas fechas, iba a ponerles en el disparadero de una vez por todas.

 

Venían arrastrando ya un cancionero interesante que da para un post en Siete Pecados y que haremos más pronto que tarde, pero el reconocimiento masivo iba a venir al amparo de esta obra exquisita plagada de temas consecuentes, bien acabados, y repletos de sabiduría callejera.

 

Siempre a caballo entre Barricada y Extremoduro, entre el rock urbano protestón y el de estructuras poppys pero recrudecidas, La Fuga supo captar una amalgama de seguidores fieles, muy fieles incluso, que les hizo abrir las alas y colarse entre los grandes de la escena.

 

“Buscando en la basura”, caña comedida, rocanrol voluptuoso pero concreto, abría el plástico para enlazar del tirón con “El manual”, donde aceleraban el paso con esa batería inicial que les permitió usarlo de salida en la primera parte de la gira que acompañó al lanzamiento, siendo la que mejor les quedó en el ámbito más zapatillero.

 

“Mendigo” tenía su punto, pero empequeñecía al lado de “Baja por diversión”, alegato impepinable al regocijo del jolgorio, y donde El Drogas y su impronta tan característica pintaban el tema del color idóneo para quedar grabada a fuego en los repertorios venideros. Sin ser lo mejor, les reportó más alegrías que las demás.

 

“Amor de contenedor”, muy en la onda de los cántabros, desoladora y con un toque incluso rabioso líricamente, se pegaba a “Abril” justo antes de acometer el último tramo del compacto, donde se condensaban tres joyitas más: “Al amanecer”, perfecta para pincharla en el coche, “Luna de miel”, y la propina que supuso el cover de “Heroína”.

 

De aquí salieron giras a lo bestia, pasando de salas a pabellones, llamados por todos los grandes festivales, y recogiendo los frutos de un trabajo que, sin excentricidades, había resultado simplemente ganador.

 

Como disco, probablemente sea el más completo a nivel de inspiración y ejecución de todos los que habían publicado. A nivel personal, te lo recomiendo encarecidamente. Si te gustan Los Suaves, Extremoduro, Marea o Barricada, Negociando gasolina está tardando en engrosar tus estanterías. Coqueto, limpio, ruidoso, y vasto en ideas. De lo mejor del rock fabricado “desde Reinosa hasta Jerez, desde Barna a Badajoz”.


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