Ktulu – Confrontación (Crítica)
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[button color=»black»] NOTA: 9 / 10[/button]
Casi 20 años atrás tenemos que mirar (nuevamente) para encontrarnos con esta obra inmaculada de la violencia sonora facturada en este estado. A aquéllos prolíficos ’90, donde aún Internet no había arrasado todo, y las bandas con algo que decir imperaban en la piel de toro. No había tantas como ahora (2016), pero la calidad era suprema y la competencia reducida (o al menos, no tan salvaje como ahora).
Hablamos exactamente del año ’97, y Ktulu se habían colocado en una posición privilegiada dentro del metal más duro de la Península, a base de ir un paso por delante y acoger en su seno las influencias y sonoridades que se llevaban por ahí fuera, desde los gigantes del momento Pantera o Sepultura, hasta Fear Factory, Machine Head, Marilyn Manson o Biohazard.
El compacto se abría a toda máquina con dos trallazos del orden de “Justicia?” y “Biocontaminación”; demoledores, salvajes, casi death industrial en la lengua de Cervantes. Crujiente, corrosivo…y delicioso.
Tres más encadenadas para reventarte del todo: “Lado oscuro”, “Tiempo hostil” y “Crisis de fe”. A la altura de las dos primeras, con más matices, más samplers, menos thrash, mas igual de putrefactas.
La segunda parte del plástico se regodeaba más en las máquinas y no llegaban a las cotas de imaginación de los primeros asaltos, y quizá alguna que otra podía haberse quedado fuera, pero en este tramo también había metralla. “Delirium tremens” dentro casi de la música electrónica, y las inquietantes “El latido del miedo” y el cerrojo guardado para “Jinete nocturno”.
Supieron derrochar talento y verterlo sobre un CD plagado de adrenalina, mala hostia y contundencia, consiguiendo mantener viva la llama que encendieron con la inclusión de la infernal “Apocalipsis 25-D”, clavada en la BSO de El día de la bestia.
Incluso la portada fue un pelotazo.
Después vinieron otras historias para no dormir, pero lo que presentaron en Confrontación, a día de hoy, sigue sin tener rival.
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4.5